El que sabe... sabe
Una vez hospedé un delfín en la pileta pelopincho de mi terraza. Pero, después de unos días, me hizo un piquete porque le di poco espacio. Como odio el atún se salvó, pero luego me vino con todo eso de los derechos del animal y hasta intentó agarrar el inalámbrico para llamar a Greenpeace, pero -por suerte- llegué yo primero.
Antes de traerlo a casa, mi mamá me advirtió: "Mirá que son muy inteligentes, eh...", pero yo -como siempre- creí que me las sabía todas.
Antes de traerlo a casa, mi mamá me advirtió: "Mirá que son muy inteligentes, eh...", pero yo -como siempre- creí que me las sabía todas.