25.7.05 

¿Dónde vivo mi vida? No sé.
Me es imposible dividir en porcentajes (para darle el gusto a la gente que está interesada en este método) cuánto tiempo paso viviendo la vida fuera de mi cabeza y cuánto dentro.
De lo que sí estoy seguro es que es mucho más alto el número de por cientos dentro de mi cabeza. En un minuto pasan por ahí una inmensidad de cosas para las cuales precisaría horas; tanto para hacerlas como para contarlas. Estoy seguro de que el mundo pasa infinitamente y en abundancia por nuestra cabeza. Lo que sucede afuera, que si quieren podríamos llamar realidad, es apenas ínfimo. Insignificante.

18.7.05 

Me pregunto por qué no se comen de postre las facturas. ¡En serio!. Al parecer, solamente tienen dos funciones para brindar a la humanidad: desayuno y merienda (no incluyo los bajones y los atracones). Pero lo más extraño es que después de comer sí se puede comer una torta, macitas o lo que fuera, pero nunca facturas. Las facturas recién unas horas después del almuerzo, cuando comienza la ronda de mate. Rebelión.
-¿Querés fruta o torta de ricota, Marcos?
-Nah, me voy a comer las facturas que sobraron de esta mañana.
-¡¿Facturas?!
-Seh ¿por? –dije desde la cocina.
-¿Cómo vas a comer facturas después de comer?
-¡Así! –liberé a mi bestia fundamentalista de tortitas negras y medialunas.

11.7.05 

Todavía sueño con eso de cambiar el mundo. Por eso me pregunto si hubo alguna vez gente que pretendiera que el mundo fuera como es hoy; si hace mucho algunas personas dijeron: “Quiero cambiar el mundo y que el mundo sea así”, y ese así es esto que tenemos debajo de nuestra suela ahora mismo.
No me lo pregunto para señalar al culpable de esta barbaridad, sino porque no quisiera perder la esperanza de que mi sueño alguna vez se cumpla.

4.7.05 

¿Por qué uno dice “Andá y decile que vas de parte mía”? No entiendo. ¿La otra persona es exclusiva? ¿Tan exclusiva que la única forma de que nos tenga algo de estima es que le mandemos un cliente o algo así? Nunca en mi vida me dijeron “Andá, plantate delante de Alguien Famoso y decile que vas departe mía. ¡Las recomendaciones siempre fueron con gente ignota!
Situación clásica:
-Tengo que levantar un poco la medianera de casa ¿conocés algún albañil de confianza?
-Sí, hablá con Tal, tomá el teléfono. Decile que vas de parte mía.
Diálogo que yo agregaría:
-Si es de confianza, es decir, no va a afanarme nada. Entonces ¿para qué le digo que voy de parte de tuya? ¿Quiere decir que si no voy de tuya me afana todo?
-...
-Entonces no es tan de confianza.

¿quién soy?

  • un tipo que escribe lo que su miopí­a galopante le permite ver.
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