26.9.05 

me corrieron el telón. no sabía lo que había detrás. no quería saberlo. suelo mentirme para drogar un poco la realidad y tal vez sea esa, la mentira, la única adicción peligrosa.
no se quién habrá sido, pero no se lo agradezco. nadie agradece al telonero, siempre fueron más importantes los rockeros, la obra o la ópera. ni groucho marx, ni la patética, ni sarabande, ni los miserables van a evitar mi rencor.
no quería ver. ni que me ayuden ni nada. solo mantener los ojos cerrados, que el tiempo pase y fluir de vez en cuando para no olvidar que soy una persona.

22.9.05 

-No, comé churrasco que es más sanito.
Los consejos son extraños. El único logro de esta frase fue que yo pensara en lo contrario como la buena opción. La Opción. Que es más sanito... , me hacía eco y no podía dejar de preguntarme por qué pienso en la sanidad a esta edad ¡incluso cuando mi duda había partido de un dolor de estómago!.
Existen también un grupo de Consejeros Profesionales que son los que deciden cuándo, cómo dónde y a quién tocar con su varita de la verdad. Un detallecito que tal vez pueda interesarle a esta gente: no recuerdo a alguien que haya dicho alguna vez la frase "Dame un consejo".

15.9.05 

-¿Me acompañás a un lado? –me dijo y yo no sabía que era un anzuelo. Estaba disperso. Pensando otra cosa, qué se yo.
Nos subimos al auto, trabé las puertas, puse primera, arrancamos suavemente, porque no me gusta manejar a los tironazos cuando llevo damas en mi auto, y recién en ese momento se me ocurrió preguntar: “¿A dónde vamos?”. Y pum, martillazo en la cabeza: “Tengo que hacer unos trámites”. ¡¿Trámites?! ¡¿Cuándo acepté todo esto?! ¡A mi novia acompañaría a hacer trámites! ¿¡No te das cuenta que no hay tanta confianza!? Sexo, tu casa, mi casa, bañarnos, hotel, salidas, besos en público, okey... ¿¡pero tráaaaamites!?
Fui y lo soporté con todos los pesares, pero poco después dejé de verla. Sin ser mi novia pretendía que la acompañara a hacer ¡uuuunos tráaaaamites...!. Si seguía así, cuando nos llegara el compromiso estaría obligado a acostumbrarme a la sala de espera de las casas de depilación y leería esas revistas como las viejas de peluquería.

9.9.05 

-Gracias por venir, eh.
-No, gracias a vos.
Este diálogo mínimo hubiera quedado perfecto en cualquier tipo de situación porque es una señal de amabilidad recíproca, un detalle de cordialidad.

Yo respondí así en un velorio.

2.9.05 

Después de lograr la conquista, la llevé a mi departamento con mentiritas piadosas y chistes varios. Otro encuentro ocasional.
Llegamos a la planta baja, saludé al portero con rostro de "Mirá la minita que traje hoy", el encargado -como le gusta que le digan- fue recíproco con ojos de "Ta buena, eh" y dijo "Buenas tardes"; ambos respondimos. Abrí la puerta del ascensor, subimos, cuarto piso, metí la llave, abrí y ella entró primero. Todo un caballero.
-¡Uh, Marcos! ¡Te robaron! ¡Mirá el desastre que te hicieron!
-Ehmmmnh... No, para nada. Es que me olvidé de ordenar.

¿quién soy?

  • un tipo que escribe lo que su miopí­a galopante le permite ver.
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.