el secreto del padre
el padre juan josé toca la guitarra en la parroquia y no le pesa la supuesta seriedad religiosa que implica el cargo. anda con la biblia de sobaquera de acá para allá, a veces tira algún comentario doble sentido para los adolescentes que se confiesan obligados por los padres y juega a la pelota todos los jueves.
pero lo que nadie sabe del padre es que su hermana es, en realidad, su mujer. hace tres años que se fueron de misiones a buenos aires. allá no vamos a tener problemas con esto, se dijeron en la intimidad. presumían que en buenos aires cada uno está con sus cosas y no se meten en lo ajeno.
el padre tiene sexo, ya es momento de contarlo. no reza avemarías cada vez que lo hace y tampoco se hace demasiado problema. alguna vez tuvo ese tipo de discusiones internas, pero con el tiempo fue madurando por dentro eso de hacer su propio sistema dentro del sistema de la iglesia y así andar por la vida ayudando gente.
nora farías nació en misiones y no dudó en venirse con él para buenos aires. recolecta ropa usada del barrio para los chicos de la parroquia y ahí todos la conocen como nora, la hermana del padre. el apellido farías, es el del padre juanjo. el suyo es otro, pero de aquello solo queda el descontento de las familias: son una vergüenza. se fueron nomá los sacrílegos y nos han dejao con todo a nosotros que no sabemos qué decirle a esta gente, dice la madre de nora desde posadas.
ayer llegó una carta a la parroquia. el padre juanjo la recibió de manos de una de las monjas y le pareció que ella lo miraba con ojos de desconfianza. no sabía qué decía la carta pero no quiere cambiar rutina por novedades. prefiere que todo ande como siempre, que no lleguen cartas ni llamados por teléfono, que cuando preguntan por su hermana él haga el papel de cura misterioso que se va a rezar.
la carta era de su verdadera hermana, luisa. después de tres años de no hablarse, le contaba cómo andan las cosas por allá. después le escribía entre signos de pregunta si ya tenía hijitos con norita y le adelanta que quiere reconciliar las cosas porque la mami anda achacada.
por un momento necesitó a su hermana y está preocupado por la salud de su madre, pero ni piensa en volver. ni siquiera en dar una respuesta. lo que sí va a hacer esta noche es preguntarle a norita si tiene algo que ver con que su familia lo haya ubicado y después va a prender fuego la carta mientras se fuma el cigarrillo diario en el baño. cuando el papel se extinga, va a dejarlo caer al inodoro y al tirar la cadena se va a ir el pasado una vez más.
el padre juan josé toca la guitarra en la parroquia y no le pesa la supuesta seriedad religiosa que implica el cargo. anda con la biblia de sobaquera de acá para allá, a veces tira algún comentario doble sentido para los adolescentes que se confiesan obligados por los padres y juega a la pelota todos los jueves.
pero lo que nadie sabe del padre es que su hermana es, en realidad, su mujer. hace tres años que se fueron de misiones a buenos aires. allá no vamos a tener problemas con esto, se dijeron en la intimidad. presumían que en buenos aires cada uno está con sus cosas y no se meten en lo ajeno.
el padre tiene sexo, ya es momento de contarlo. no reza avemarías cada vez que lo hace y tampoco se hace demasiado problema. alguna vez tuvo ese tipo de discusiones internas, pero con el tiempo fue madurando por dentro eso de hacer su propio sistema dentro del sistema de la iglesia y así andar por la vida ayudando gente.
nora farías nació en misiones y no dudó en venirse con él para buenos aires. recolecta ropa usada del barrio para los chicos de la parroquia y ahí todos la conocen como nora, la hermana del padre. el apellido farías, es el del padre juanjo. el suyo es otro, pero de aquello solo queda el descontento de las familias: son una vergüenza. se fueron nomá los sacrílegos y nos han dejao con todo a nosotros que no sabemos qué decirle a esta gente, dice la madre de nora desde posadas.
ayer llegó una carta a la parroquia. el padre juanjo la recibió de manos de una de las monjas y le pareció que ella lo miraba con ojos de desconfianza. no sabía qué decía la carta pero no quiere cambiar rutina por novedades. prefiere que todo ande como siempre, que no lleguen cartas ni llamados por teléfono, que cuando preguntan por su hermana él haga el papel de cura misterioso que se va a rezar.
la carta era de su verdadera hermana, luisa. después de tres años de no hablarse, le contaba cómo andan las cosas por allá. después le escribía entre signos de pregunta si ya tenía hijitos con norita y le adelanta que quiere reconciliar las cosas porque la mami anda achacada.
por un momento necesitó a su hermana y está preocupado por la salud de su madre, pero ni piensa en volver. ni siquiera en dar una respuesta. lo que sí va a hacer esta noche es preguntarle a norita si tiene algo que ver con que su familia lo haya ubicado y después va a prender fuego la carta mientras se fuma el cigarrillo diario en el baño. cuando el papel se extinga, va a dejarlo caer al inodoro y al tirar la cadena se va a ir el pasado una vez más.
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hoy, capítulo cuarenta y tres de chico de country.
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voyeur
Etiquetas: hombres, mis textos