-Insolente. Eso es lo que sos.
-¿Te parece? Je, je.
-No, pero no me parece que hagas esas cosas, che.
-A mí no me parece que vos te metas en estas cosas.
-Y no lo hago. Por eso contestás así. Ahora, después de unas horas, me meto.
-Derías haberme discutido en ese momento. Ahora no me jodas. Me preguntaron y respondí.
-Me preguntaron y respondí. Boludo...
-No me jodás.
-¡Si vos jodés a los demás!
-A veces siento que tengo cierta impunidad para decir algunas cosas, es cierto.
-¿Te parece bien?
-Ya me preguntaste eso ¡Qué poco original!
-Pero no lo contestaste.
-Y... se nota a la legua que te molestan mis respuestas. Trato de cuidarme con gente frágil como vos.
-No se nota.
-Es que sos muy boludo y no te das cuenta.
-...
-Decir lo que pienso es una señal de honestidad con los que me preguntan, che. Y todo eso lo hago sin cobrar nada.
-Además de tu soberbia, no todos lo interpretan de la misma manera, eh.
-Buen argumento para los deshonestos entonces.