Te quiero y la palabra con "a"
UNO. Una chica. Estuviste más de cuatro veces en la cama. Pretende una relación mayor a la que vos querés ofrecerle y en el intervalo entre el segundo y el tercero interpretás que te mira con rostro de "Decime algo lindo".
DOS. Metés la pata y tirás un "Te quiero" noble, aunque camuflado entre otras palabras menos delatores, pero ya no hay vuelta atrás. Nunca, pero nunca, nunca, le digas "Te quiero". Una mujer nunca pretende un "Te quiero". Para ellas eso se le dice a un perro, a la tele cuando nadie te ve, a tu vieja cuando te agarran esos ataques familieros... A cualquiera menos a la chica que pretende entablar algo serio con vos porque ya está quedando mal eso de andar teniendo relaciones tan seguido, que además le guste tanto y se esté quedando sin excusas creíbles.
TRES. En algunos casos, pretenden la palabra con "a", incluso a pesar de que sea totalmente mentira. También habría que evitarla de no ser absolutamente necesaria. Es decir, su utilidad es de vida o muerte (y sabemos a qué me refiero).
LEY. En la mayoría de estos casos en que las mujeres esperan frases románticas siempre es preferible apelar al silencio. Además de que estar callado simula cierto misterio y eso en cualquier cabeza femenina ayuda, definitivamente, hombres y mujeres no tenemos el mismo concepto de romanticismo. Y sobran las pruebas.
DOS. Metés la pata y tirás un "Te quiero" noble, aunque camuflado entre otras palabras menos delatores, pero ya no hay vuelta atrás. Nunca, pero nunca, nunca, le digas "Te quiero". Una mujer nunca pretende un "Te quiero". Para ellas eso se le dice a un perro, a la tele cuando nadie te ve, a tu vieja cuando te agarran esos ataques familieros... A cualquiera menos a la chica que pretende entablar algo serio con vos porque ya está quedando mal eso de andar teniendo relaciones tan seguido, que además le guste tanto y se esté quedando sin excusas creíbles.
TRES. En algunos casos, pretenden la palabra con "a", incluso a pesar de que sea totalmente mentira. También habría que evitarla de no ser absolutamente necesaria. Es decir, su utilidad es de vida o muerte (y sabemos a qué me refiero).
LEY. En la mayoría de estos casos en que las mujeres esperan frases románticas siempre es preferible apelar al silencio. Además de que estar callado simula cierto misterio y eso en cualquier cabeza femenina ayuda, definitivamente, hombres y mujeres no tenemos el mismo concepto de romanticismo. Y sobran las pruebas.