De la amistad entre el hombre y la mujer
Por vez número mil me preguntaron por qué yo no creo que exista la amistad entre el hombre y la mujer y volví a pensar una respuesta diferente porque ya me aburro de siempre dar las mismas causas para una misma consecuencia.
Entonces, cuando parecía que mi alegato sería discurso, no lo fue:
-Es que el hombro está demasiado cerca de la boca.
Entonces, cuando parecía que mi alegato sería discurso, no lo fue:
-Es que el hombro está demasiado cerca de la boca.