Preguntón, náufrago y ateo
Porque el qué ya los había dominado, quería preguntarle: "¿Cuándo y dónde?"
Porque lo desvelaban los detalles del cómo, quería insistirle: "¿Cuándo y dónde?"
Y después escribió:
"Aunque en el fondo sé que somos navegantes, compañeros de la deriva y enemigos de las brújulas, cuando una ola nos abrace no nos quedará otra que un delicioso naufragio. Y quizás el tiempo nos encuentre en tierra firme o en el fango de las profundidades; barro tal vez, diría Spinetta".
Cerró el sobre y lo recordó bien. "No coman de esa fruta, les traerá problemas", dijo dios. Y mientras daba más mordiscos, se agradecía silenciosamente ser ateo.
Porque lo desvelaban los detalles del cómo, quería insistirle: "¿Cuándo y dónde?"
Y después escribió:
"Aunque en el fondo sé que somos navegantes, compañeros de la deriva y enemigos de las brújulas, cuando una ola nos abrace no nos quedará otra que un delicioso naufragio. Y quizás el tiempo nos encuentre en tierra firme o en el fango de las profundidades; barro tal vez, diría Spinetta".
Cerró el sobre y lo recordó bien. "No coman de esa fruta, les traerá problemas", dijo dios. Y mientras daba más mordiscos, se agradecía silenciosamente ser ateo.