Los avatares de la evolución
Me llegó la noticia: habría una forma médica por la cual el hombre eliminaría sus miedos y pánicos con una operación.
Entonces, pensé algunas de las consecuencias:
-Suicidios en masa: por dar sólo un ejemplo, ya nadie temería a la distancia que separa un noveno piso del suelo.
-Orgías reiteradas y abundancia de romances fugaces: nadie tendría miedo de que este tipo de divertimentos influyan en su pareja de forma contraproducente.
-Novios/as eternos/as: ninguno tendría los celos (todos conocen su cercano parentezco con el miedo), justificados o no, para perseguirse lo suficiente y hacer tambalear la relación.
-Incremento desenfrenado de comentarios estúpidos: los operados ya no tendrían la presión que ejerce el miedo a decir algo estúpido en una reunión y dirían cada cosa que se pasara por su cabeza.
-Devaluación de la audacia: cualquiera que se jacte de ser audaz pasará a ser uno más. La antiguamente heróica audacia sería igual a rutina.
-Aumento del desempleo: el hombre de la bolsa, la luz mala, los ogros, las brujas, el cuco y sus derivados engordarían los índices de desocupación.
Bienvenida sea la evolución, o como quieran llamar a esto, pero espero que no tarden demasiado en descubrir algún método para combatir la omnipotencia consecuente. Y así podrían seguir transformándonos en esa masa de carne ambulante, y consumidora, claro.
Entonces, pensé algunas de las consecuencias:
-Suicidios en masa: por dar sólo un ejemplo, ya nadie temería a la distancia que separa un noveno piso del suelo.
-Orgías reiteradas y abundancia de romances fugaces: nadie tendría miedo de que este tipo de divertimentos influyan en su pareja de forma contraproducente.
-Novios/as eternos/as: ninguno tendría los celos (todos conocen su cercano parentezco con el miedo), justificados o no, para perseguirse lo suficiente y hacer tambalear la relación.
-Incremento desenfrenado de comentarios estúpidos: los operados ya no tendrían la presión que ejerce el miedo a decir algo estúpido en una reunión y dirían cada cosa que se pasara por su cabeza.
-Devaluación de la audacia: cualquiera que se jacte de ser audaz pasará a ser uno más. La antiguamente heróica audacia sería igual a rutina.
-Aumento del desempleo: el hombre de la bolsa, la luz mala, los ogros, las brujas, el cuco y sus derivados engordarían los índices de desocupación.
Bienvenida sea la evolución, o como quieran llamar a esto, pero espero que no tarden demasiado en descubrir algún método para combatir la omnipotencia consecuente. Y así podrían seguir transformándonos en esa masa de carne ambulante, y consumidora, claro.