A mano
Le había pedido que no lo dejara pensando con esas frases al azar que ella tomaba de su cabecita, pero no lo había obedecido. Y no es que lo hiciera a propósito -porque en realidad parecía que sí lo hacía- sino porque ella era así.
Pero esa vez -mientras Lennon despotricaba contra McCartney preguntándole "How do you sleep?", y se refería a eso de la conciencia- sin querer ni pensar, él encontró sitio para lo poco de poeta que le queda y dejó caer sobre la mesa una especie de póquer de (fr)ases.
Confesó que estrenaba esas líneas, no dijo que tenía muchas más nunca escritas y sintió que esa madrugada, al menos esa, estaban a mano.
Pero esa vez -mientras Lennon despotricaba contra McCartney preguntándole "How do you sleep?", y se refería a eso de la conciencia- sin querer ni pensar, él encontró sitio para lo poco de poeta que le queda y dejó caer sobre la mesa una especie de póquer de (fr)ases.
Confesó que estrenaba esas líneas, no dijo que tenía muchas más nunca escritas y sintió que esa madrugada, al menos esa, estaban a mano.