día electoral. escuela. dibujos de chicos en las paredes. no matemos la naturaleza, dicen los dibujos. un gendarme con sueño parado en el centro del salón. un tipo con sueño haciendo una fila de veinte personas. yo. yo fastidiado por tener que hacer semejante fila. dos señoras discuten sobre cuál de las dos cantidatas más populares es más pituca. sí, pituca dijo una. el gendarme me mira y sonríe señalando a las señoras con la vista. yo le pregunto señalándole con mi índice su fal: ¿eso no será para darle a los antiperonistas, no? el gendarme asciende a granadero y no responde. yo sigo haciendo la fila y e intento entretenerme identificando cada voto por los rostros: patti, chiche, cristina, cristina, patti, chiche, ari, pero el sueño puede más. me aburro esperando. me desespero esperando, como en refrán trillado. me apoyo en una columna y cierro los ojos. tengo que esperar. todo por querer averiguar si mi vida corría peligro.
...
alguien me toca el hombro. dale, pibe, me dice. la fila avanzó un lugar.
voyeur