
estos dedos tarados
y los espasmos inútiles de mi cabeza.
no hay hormigas en el papel
me hicieron paro, hijas de puta;
necrófagas de la carroña más reciente,
carne picada de mi matadero interior.
quien sabe si entren en razones
y regresen a su bendita tarea
de trasladar mi basura al papel.
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