¿para quién escribo?
es una pregunta recurrente pero la verdad es que el escritor ya había olvidado hacérsela porque no encontraba respuesta.
sin embargo, una de las personas que conoce y que también escribe, que no son muchas, le hizo otra vez la pregunta. hacía mucho que no me lo preguntaba, le respondió y luego se quedó pensando mientras el otro renegaba: porque yo no admito que mis lectores sean idiotas, no quiero lectores así, dijo.
no sé, comenzó diciéndole el escritor, pero estoy seguro de que no podría decirte: yo escribo para mujeres separadas, con hijos y en vías de reconstruir su vida; o que escribo para los desconsolados; o para los hombres y mujeres tristes. y además, con el tiempo me di cuenta de que no está bien decir que uno escribe para uno mismo porque suena desconsiderado, ególatra, antipático...
el escritor no sabía bien qué responder, porque hay días en que no tiene nada claro. entonces, le dijo lo primero que le salió.
-no sé, creo que escribo para los que, sin conocerme, pueden sentirse identificados con las cosas que cuento.
días después, lo pensó mejor y concluyó que era por su instinto de liebre. el escritor no quiere apuntar a un grupo de lectores. siempre fue más cómodo. quiere que los lectores le apunten a él.
es una pregunta recurrente pero la verdad es que el escritor ya había olvidado hacérsela porque no encontraba respuesta.
sin embargo, una de las personas que conoce y que también escribe, que no son muchas, le hizo otra vez la pregunta. hacía mucho que no me lo preguntaba, le respondió y luego se quedó pensando mientras el otro renegaba: porque yo no admito que mis lectores sean idiotas, no quiero lectores así, dijo.
no sé, comenzó diciéndole el escritor, pero estoy seguro de que no podría decirte: yo escribo para mujeres separadas, con hijos y en vías de reconstruir su vida; o que escribo para los desconsolados; o para los hombres y mujeres tristes. y además, con el tiempo me di cuenta de que no está bien decir que uno escribe para uno mismo porque suena desconsiderado, ególatra, antipático...
el escritor no sabía bien qué responder, porque hay días en que no tiene nada claro. entonces, le dijo lo primero que le salió.
-no sé, creo que escribo para los que, sin conocerme, pueden sentirse identificados con las cosas que cuento.
días después, lo pensó mejor y concluyó que era por su instinto de liebre. el escritor no quiere apuntar a un grupo de lectores. siempre fue más cómodo. quiere que los lectores le apunten a él.
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hoy, capítulo veinticinco de chico de country. ...
voyeur